de Nicolás Ponsiglione
(décima entrega de este libro de reciente aparición Primera edición: Agosto de 2021, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina)
La única razón para vacunar con la inyección covid a un menor es si uno cree en el sacrificio de niños".DR. VLADIMIR ZELENKO, ante un tribunal rabínico en Jerusalén
Si bien al principio no cesaron de decirnos que los niños no tenían nada que ver en esto, que no eran grupo de riesgo en absoluto y que no se contagiaban, de repente nos hallamos ahora en la situación de que empiezan a vacunar niños. No sólo que están atropellando toda lógica, razón y ciencia, sino también todo sentimiento de compasión. Pareciera ser que a este dios del relato pandémico —como a sus homónimos de los tiempos aztecas y mayas— le encantan los sacrificios rituales.
El mismo símil terrible usó el afamado Dr. Zelenko ante el tribunal en Jerusalén. Y agregó: "No hay necesidad [de vacunar niños]. Para evaluar cualquier tratamiento se deben considerar tres perspectivas. Una: ¿es seguro? Dos: ¿es eficiente? Y tres: ¿es necesario? Sólo por tener la inyección no significa que tengamos que usarla en los niños, además tiene que haber una necesidad médica, una necesidad concreta. De acuerdo a las estadísticas del Centro de Control de Enfermedad (CDC), los niños menores de 18 años tienen una tasa de supervivencia al covid de 99,998%, sin tratamiento alguno /93"
El Dr. Zelenko no sólo desaconsejó la vacunación de infantes contra el covid, sino que instó a no hacerlo, considerándolo como un acto criminal. En Minnesota, EEUU, el Dr. Scott Jensen también se opuso terminantemente a la anticientífica vacunación de los niños y jóvenes. "Tenemos niños vacunados sufriendo de miocarditis y pericarditis, y también varias muertes. Y lo que estamos viendo es sólo la punta del iceberg. Hay cientos y cientos de muertes reportadas al VAERS que indican que hay una fuerte relación temporal entre vacuna y muerte, especialmente en niños /94"
Y algunos meses después el CDC reflejó en cifras lo que el Dr. Jensen venía advirtiendo: "397 niños de entre 12 y 17 años fueron diagnosticados de inflamación del corazón tras recibir la vacuna COVID19 de Pfizer /95" (informe publicado el 30 de julio de 2021). A pesar de esto, Pfizer ya anunció que empezarán a vacunar a bebés desde los 6 meses a partir de 2022 /96.
Y en Argentina, la Asesora General Tutelar Yael Bendel dijo recientemente que en “en caso de negativa de los progenitores o representantes legales, se puede realizar la vacunación compulsiva /97 "
Pero no sólo la vacunación contra el covid19 atenta contra los niños en este mega relato. Según varios estudios, se ha constatado que tras el inicio de las cuarentenas masivas la tasa de suicidios en niños se disparó de manera preocupante y sin precedentes. El equipo del profesor Richard Delorme, director del servicio de psiquiatría para niños y adolescentes del hospital Robert Debré en París (Francia), "contabiliza dos veces más tentativas de suicidios de menores de 12 y 13 años en 2020 que en 2019. Delorme señala que las ideas suicidas crecieron en 100% y que cada día llega al hospital Robert Debré un suicida de menos de 15 años /98”
En una nota de la revista mexicana Proceso, tratan este tema, ampliando que "informes médicos de Japón, China, Taiwán, Canadá y Estados Unidos dan cuenta de situaciones similares. La tasa mensual de suicidios de niños y adolescentes japoneses subió 49% durante la segunda ola de la epidemia de covid-19 que se desató en el otoño de 2020. En Estados Unidos la proporción de niños de 5 a 11 años que acabaron en los servicios de urgencia psiquiátrica de los hospitales aumentó 24% a lo largo de 2020, y 31% en el caso de los jóvenes de 12 a 17 años, según el informe publicado el pasado 13 de noviembre por el estadunidense Centro para el Control de Enfermedades /99”
Con respecto a las embarazadas, el Dr. Peter McCullough de Texas (EEUU) ha denunciado en julio de 2021 que la vacunación covid está asesinando bebés dentro del primer trimestre de gestación en una tasa increíblemente elevada /100.
Un estudio publicado en The New England jounal of medicine confirma lo que el Dr. McCullough venía denunciando. En la investigación/101 se demostró que la vacuna covid había causado abortos espontáneos en 104 mujeres de un total de 127, es decir, en un 81,88% de los casos. Esto significa que la vacuna contra el covid está matando a 4 de cada 5 bebés dentro de las primeras veinte semanas de gestación. A pesar de todo, en el Reino Unido el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JVCI) ha recomendado que todas las mujeres embarazadas deben recibir la vacuna Covid-19
En los EEUU, los CDC afirman que todas las mujeres embarazadas pueden recibir la vacuna Covid-19 si así lo desean/102.
¿Es todo esto ético? No lo es. ¿Es científico? No, sólo relatos y más relatos.
Al dios-virus parece agradarle las ofrendas de muertes. Y ahora están llevando al altar del sacrificio a los niños. Somos tan culpables nosotros en permitirlo, como ellos en ejecutarlo.
Como todo relato religioso o pseudo religioso, al final del camino los esfuerzos incansables del fiel son recompensados. Tal recompensa final situada siempre en un futuro que nunca llega y que nadie vio jamás verla realizar a nadie, es la zanahoria para el burro, es la promesa que justifica todo lo que uno está haciendo actualmente. El ideal último, la emulación total de "Su Sanidad" covidera, el logro de la perfección moral-sanitaria, coincide punto por punto —lamentamos decirlo— con el logro de la muerte. A pesar de esto, el relato es tan promisorio y tan manipulador, que todos son capaces de hacer hasta lo impensable con tal de lograr "su santísima sanidad" y poder al fin quedar libres de la amenaza de la ira viral-divina.
En ese caso, al fin podrían disfrutar de la vida que tanto anhelaban: pasearse libremente, respirar aire puro a sus anchas, ir a donde quisieran, viajar por el mundo, verse con quien quisieran, abrazar gente, asistir a sus lugares de culto, cantar y reír en voz alta sin usar barbijo, entre otras típicas manifestaciones de vida. Pero esta tierra promisoria que está al final del desierto infinito de dictadura sanitaria, lamentablemente, jamás llega.
De hecho, es justamente lo contrario. Cuanto más respeta las medidas irracionales adoptadas, tanto más se aleja de la vida y la salud reales. El corolario final de este proceso es la muerte misma. Es interesante observar que, así como en toda pseudo religión la salud espiritual o psíquica es un imposible dado que su base es falsa, en el covidianismo la salud verdadera también es un imposible. Y no podría ser de otra manera, si está fundamentado en falsedades y exige dejar de realizar aquellas cosas que precisamente nos dan vida y vigor, debilitándonos lentamente. Jamás ningún practicante del covidianismo logrará la tan ansiada perfección en salud; además, dicho sea de paso, tal cosa no existe.
La vida misma es imperfecta, es ritmo, es constante flujo y reflujo, y no es un fin en sí misma sino un medio para el logro de determinados fines. En otras palabras, la enfermedad no es el enemigo; hacemos muy mal en demonizarla. Es más bien la contracara inseparable de la salud, o en todo caso una mera señal sabia que nos está advirtiendo de algo. Un mundo realmente sin enfermedad de ningún tipo, es un mundo sin salud, sin vida. La utopía infantil convertida en distopía.
Querer preservar la vida porque sí, y hacer de ello el centro total del sentido de vida, es ni más ni menos que empezar a morir. El hecho de que al final del camino les espere la enfermedad y la muerte a los creyentes del relato, muestra a las claras que era completamente falso de entrada. Si hubiese sido un relato más verdadero, la salud se lograría. Pero no. El covidianismo que quiere implementar la OMS en todo el mundo solo puede producir enfermos crónicos.
Y, claro está, un enfermo crónico es un sujeto muy manipulable y además rentable. Lo peor es que este hecho final termina retroalimentando al credo, por la siguiente razón: como poco a poco las personas enferman y mueren, el covidianismo fortalece con ello sus premisas básicas aludiendo al hecho de que esto sucede así debido a que no se respetan lo suficientemente los protocolos y las medidas sanitarias, cosa que lleva a recrudecer las mismas, sumiendo más aun a las personas en un estado enfermizo, cerrando así un círculo vicioso autodestructivo.
Esto nos enseña que cualquier sistema basado en una o varias mentiras, no puede sino funcionar como un círculo vicioso, los cuales son esclavizantes y no conducen a nada más que al deterioro y el retroceso, no al progreso real (sea este moral, espiritual o físico). Por el contrario, cualquier sistema basado en verdades, brinda una auténtica salida, liberando a las personas a través de logros reales, objetivos, no imaginarios. Empodera a las personas. En palabras de alguien más sabio: "la verdad os hará libres". Sólo la verdad los empoderará.
¿Desde cuándo el ministerio de salud de la Nación sale a aconsejar a los ciudadanos en un comunicado televisado que practiquen el ciber-sexo /103? ¡Predicado antinatalista si los hay!
No interesa el asunto moralista detrás de esto, en absoluto. Cada cual con su vida privada y sus gustos personales. Pero es sumamente interesante, en cambio, analizar lo que subyace a tal doctrina sexual que es aconsejada explícitamente por el gobierno (acaso por primera vez en la historia del país). Lisa y llanamente es como pedirle por favor a la gente que no se reproduzca (queda claro que el monitor o el celular no corren ningún riesgo de quedar embarazados). Que canalicen su impulso sexual recurriendo a la tecnología y al internet. Hoy día todo se hace a través del celular, y parece que también correrá esa suerte el sexo. En cuyo caso, el control de la natalidad está más que garantizado, y sin inversiones costosas ni intervenciones médicas. El ciber-sexo —o el sexting— no es más que un nombre fastuoso y moderno de la vieja masturbación, con el aderezo agregado de un acceso sin parangón a la pornografía que suministran nuestros dispositivos tecnológicos. Por más que en este caso la estrella porno sea la propia novia... da lo mismo.
El que tiene estas "ciber-relaciones sexuales", en realidad se está masturbando en la soledad y comodidad de su casa. Y como todo buen onanista, simplemente fantasea que participa otra persona (u otras). No hay contacto real, solo ficciones de la mente. Está solo, y en soledad no se embaraza nadie, claro está. Por ende, no hay riesgos, la ausencia real del otro es total; como tal el ciber sexo es la expresión del narcicismo auto centrado, de la falta de comunión y participación con el otro, de una sexualidad estancada en un estadio infantil e inmaduro. Y sumamente cobarde, porque es preciso el valor para ir al encuentro del otro, deponiendo la egolatría. Son púberes o adolescentes eternos, temerosos de la presencia real del otro (porque el otro implica crecer, implica romper la cascara de la semilla auto centrada y comenzar a madurar), que lubrican sus fantasías mentales por intermedio de una pantalla colorida. El peligro social está en que quedar satisfechos de esa manera, deja como saldo un desinterés y desgano crecientes de ir al encuentro real del otro.
Pero hay algo más grave aún, no tan evidente, que trataremos de abordar en el siguiente apartado. Pero antes, un detalle de color. Este imperativo sexual de corte netamente antinatalista —dado que no promueve la reproducción, sino que por medios indirectos incentiva exactamente lo contrario— fue siempre propio de la doctrina central de la ONU. Es ampliamente sabido que el control demográfico es una obsesión fija para los directivos de las Naciones Unidas, y desde su fundación hace unos 70 años que viene activamente trabajando para revertir por todas las vías posibles la reproducción humana, siempre asesorado por la Fundación Rockefeller y asociado con la clínica abortista IPPF (cuyo nombre antiguo era "Liga del control de la natalidad")
Por supuesto que se escudan detrás de argumentos como la protección del medio ambiente, la emancipación de la mujer del rol materno, el eufemismo de "salud sexual y reproductiva" o los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Pero en todas sus políticas demográficas todo confluye siempre en una misma cosa: la despoblación sistemática, sin importar el costo de esto ni la opinión de las personas. (Para ampliar este tema recomiendo mi libro "El fraude en la educación sexual integral: infancia adulterada", publicado en 2020)
Ahora permítanme decirles algo: uno de los brazos locales de la ONU se sabe que es la Fundación Huésped /104, quien está detrás del manejo de la pandemia en Argentina desde sus inicios, además de estar activamente comprometida en el aborto legal y en la implementación de las ideas sobre el género (LGBTQ) en las escuelas argentinas. La actual ministra de salud de la Nación, Carla Vizzoti, era empleada de la Fundación Huésped /105
Ahora bien, si la masturbación ha sido siempre un tabú en el Medioevo cristiano puritano, en esta nueva religión 2.0 forma parte ineludible de todo buen covidiano. Con ella se preserva la ascepsis. El sexo real y natural pareciera ser peligroso, antihigiénico, sucio. ¡Pareciera ser pecado! Lo prohibido se convirtió en lo promovido, y lo promovido (esto es, tener relaciones y formar familias) en lo prohibido.
Pero más allá de las apariencias externas, estas dos moralidades sexuales que parecen ser tan contradictorias, en última instancia conducen exactamente al mismo fin (los extremos se tocan). Sus vías son opuestas, una a través de la castración o los tabúes puritanos, la otra por medio del libertinaje o el "vale-todo" sexual. Pero ambos logran algo sumamente codiciado por los sistemas de control totalitarios: la disolución del Eros.
La potencia sexual (Eros) es la fuerza motora por excelencia. El asunto estriba en cómo es canalizada. Esto, lejos de ser un simple argumento moralista, es una profunda verdad que ya era ampliamente conocida por muchos pueblos de la antigüedad, principalmente por los taoístas, los hindúes y los árabes. Pero tales conocimientos se han perdido en la actualidad. El resultado es una incomprensión crónica acerca de esta misteriosa y potente fuerza cuya manifestación más básica es el sexo. La masturbación excesiva o crónica hace que esta fuerza se malgaste sin retroalimentación con el polo sexual opuesto.
Esto, que a simple vista parece algo trivial y sin importancia, esconde implicancias personales y sociales tremendas. El intercambio electromagnético sutil no acontece, y mientras en el sexo pleno con la persona amada intervienen numerosas funciones del ser humano (no sólo lo genital propiamente dicho, sino también lo emocional, lo vital, la riqueza de todos los sentidos funcionando al unísono) haciendo que el acto sexual nos devuelva multiplicada la energía invertida en el mismo, en la masturbación solitaria nada de esto sucede.
Por ende, la energía no sólo no se multiplica, sino que no retorna: va a parar al lavabo, a la sabana o tal vez accidentalmente al teclado de la PC. Es decir, el sexo pleno y natural nos llena, nos vigoriza, nos retroalimenta; mientras que este pseudo-sexo solitario nos desgasta y agota lentamente.
En el primero interviene todo el cuerpo y funciones del ser humano, en una complementación energética y física maravillosa; en el segundo, es un solitario y estéril acto en el que todo se reduce a dos órganos: los genitales y el cerebro. Las consecuencias de esto son más trascendentes de lo que parece. El filósofo Byung-Chul Han habla con gran claridad de estos fenómenos en su obra "La agonía del Eros", cuya lectura recomiendo. Dice: "Lo obsceno en el porno no consiste en un exceso de sexo, sino en que allí no hay sexo. La sexualidad hoy no está amenazada por aquella "razón pura" que, adversa al placer, evita el sexo por ser algo "sucio", sino por la pornografía". Y agrega: "El porno es la antípoda del Eros. Aniquila la sexualidad misma. Bajo este aspecto es incluso más eficaz que la moral: la sexualidad no se desvanece en la sublimación, la represión y la moral, se desvanece con mucho mayor seguridad en lo más sexual que el sexo: el porno" /106.
Podemos concluir que existen dos vías, ambas extremas, de reducir, desvanecer, eliminar el Eros en la gente: una es la represión y la castración (exceso cometido por las religiones judeo-cristiana en el pasado occidental), la otra es este libertinaje irrestricto desgajado de lo natural. ¿Y qué consecuencias producen ambos métodos en definitiva? Han nos da una pista valiosa. Reflexiona en cómo la política actual no sólo carece de valentía (thymos), sino que se desarrolla por completo sin Eros, se atrofia para convertirse en mero trabajo. Tengamos presente que la energía sexual (los taoístas hace miles de años la llamaron ching-chi) es la energía creativa por excelencia, y no sólo es capaz de producir nueva vida, también crea en todos los sentidos de la palabra, cuando es convenientemente recanalizada y utilizada.
Un sujeto que desborda energía sexual es, contrariamente a como se piensa, un sujeto sin obsesión sexual; desbordante de vitalidad, valentía y creatividad. La obsesión denota un ansia, un hambre constante e insatisfecho de algo que se carece porque va a parar constantemente a la cloaca, excluido de los naturales mecanismos de auto-regeneración de la biología humana que llevan millones de años funcionando. Por esto la obsesión sexual opera como un círculo vicioso: a más ultraje de su energía, mayor obsesión, lo que lleva al sujeto a mayor abuso y éste a mayor obsesión, y así sucesivamente. Por paradójico que parezca, lo único capaz de sacarlo a uno de este atolladero vital, es el sexo.
Pero en esta sociedad del relato pandémico en donde se promueve el ciber-sexo o el sexting, el resultado será un drenaje endémico de la energía del Eros en las personas. Esto acentuará su hambre sexual, y los sumirá en círculos viciosos autodestructivos. Mientras tanto se logra por un lado mantener controlada la tasa de natalidad mediante este dispositivo cultural e indirecto, pero por otro lado se logra algo muchísimo más buscado por los sistemas totalitarios. En palabras de Han: " (...) Lleva a cabo una despolitización de la sociedad, y en ello desempeña una función importante la sustitución del Eros por pornografía. Se basa en el deseo (epithymia). En una sociedad del cansancio, con sujetos del rendimiento aislados en sí mismos, también se atrofia por completo la valentía. Se hace imposible una acción común, un nosotros. (...) La acción política como un deseo común de otra forma de vida, de otro mundo más justo, está en correlación con el Eros en un nivel profundo. Este constituye una fuente de energía para la protesta política" /107
Y podemos agregar: para cualquier transformación real, sea ésta personal, cultural, social, etc. Sin Eros no hay verdadera acción política, y sin esta no hay verdadera transformación social. Lo que se instala entonces es un status quo conveniente para los poderes de turno o para las instituciones cristalizadas, quedando la sociedad controlada, exhausta, estancada, delimitada. Mientras tanto la demanda del porno no para de crecer, y algunos de lucrar con esta tendencia. Nadie sabe bien por qué, pero prácticamente todos carecen del interés en transformarlo todo para el Bien siempre ascendente. O tienen un vago interés, pero sienten que siempre les falta esa energía ardiente que todo lo puede y que se anima a todo, mientras siguen encendiendo cada tanto la PC para creer que tienen sexo.
Lo que antecede explica muy bien el por qué esta es, tal vez, la primera dictadura de la historia de la humanidad contra la cual los jóvenes y adolescentes no se rebelan. Ellos, que son quienes deberían ser los más desbordantes de esta energía erótica de la vida, están agobiados e idiotizados con el celular siempre en la mano, la cabeza agachada, abstraídos y entretenidos mientras sus pies se hunden en un pantano. Y —no podría ser de otra manera— con el tapabocas siempre puesto.
Su generación tecnológica tiene el Eros desperdiciado, implicado en un mundo virtual. Más allá del aspecto metafórico o simbólico de esto, es también una realidad indiscutible por sus efectos. Ya existen numerosos estudios que alertan sobre el descenso drástico y sin precedentes de las hormonas sexuales en las generaciones nuevas /108. En 2007 un estudio publicado por New England Research identificaba un descenso del 17% en los niveles de testosterona entre los hombres de 65 años de 2002 respecto de los de 1987 /109.
Otra investigación centrada en más de 5.000 daneses hizo similares descubrimientos /110.
Conclusión: los hombres de hoy tenemos menos testosterona que los de ayer, en una declive del 0,5% anual. Las consecuencias directas de esto lo señalan otros estudios que demuestran el creciente desinterés sexual que está empezando a ser endémico en determinados países, como en Japón /111
Pero incluso en países occidentales, capitalistas y liberales como los Estados Unidos se observa la misma tendencia. Los investigadores estadounidenses Jean Twenge, Ryne Sherman y Brooke Wells publicaron un artículo en la revista académica de sexología Archives of Sexual Behavior en el que demostraban que, de media, los estadounidenses practicaban sexo nueve veces menos a principios de la década de 2010 que a finales de la de 1990. Según la investigación, en un lapso de poco más de 10 años pasaron de tener un promedio de 62 relaciones sexuales por año a 53, lo que supuso un descenso del 15% /112
En 2013, la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de vida (Natsal, por sus siglas en inglés) encontró que los británicos con edades comprendidas entre los 16 y los 44 años practican sexo menos de 5 veces al mes en promedio /113
La ironía habla por sí sola: justo en el momento más liberal de la historia de la humanidad, el deseo sexual comienza a esfumarse. Si a esto le sumamos la seria preocupación que tienen muchos expertos a lo largo y ancho del mundo que nos alarman sobre el potencial de esterilización que poseen las actuales vacunas contra la covid19 (ver primera parte), damos con un cuadro antinatalista rotundo.
¿No estamos jugando —tanto biológica como culturalmente— con la posible extinción de nuestra especie? ¿Es acaso la despoblación sistemática el fin que persigue todo esto? Pero por si fuera poco, otros estudios señalan que nos encontramos ante la generación más idiota de todas.
El neurocientífico francés Michel Desmurget (director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia), autor del libro "La fábrica de cretinos digitales", muestra con datos duros y en forma contundente cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente, y para mal, al desarrollo neuronal de niños y jóvenes y disminuyendo progresivamente el coeficiente intelectual generación tras generación. Si unimos esto con el daño neurológico que produce el uso del tapabocas, el cuadro futuro para estas generaciones no es muy alentador. ¡Qué brutal ironía! Reducida la sexualidad solitaria —como señalábamos— exclusivamente al cerebro y los genitales frente al estímulo visual de un monitor, lo que están destruyendo es justamente el cerebro y la sexualidad de las personas. Atrofia de la inteligencia. Disolución del Eros.
¿Cómo puede todo esto terminar bien? En suma, la sociedad ciber-sexual no puede ser sino una sociedad exhausta y tímida, además de estúpida. Y esa es, ni más ni menos, la propuesta del Gobierno argentino asesorado por los sacerdotes del relato pandémico. Esta viene siendo la propuesta de la ONU, así como de ONG´S globalistas, desde hace al menos algunas décadas.
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93 https://odysee.com/@Plazma:9/VladimirZelenko:0
94 https://odysee.com/@hedanet:1/NI%C3%91OS-VACUNADOS-MUEREN-POR-MIOCARDITIS-O-PERICARDITIS-segun-el[1]Dr-Scott-Jensen:3?
95 https://es.theepochtimes.com/cdc-397-ninos-sufrieron-inflamacion-del-corazon-tras-la-vacuna-contra-la[1]covid-19_870503.html
96 https://noticierouniversal.com/actualidad/pfizer-estima-aplicar-su-vacuna-contra-el-covid-19-a-bebes[1]desde-los-6-meses-a-partir-de-2022/
97 https://www.pagina12.com.ar/252090-advertencia-a-los-antivacunas-en-caso-de-negativa-se-puede-r
98 https://www.proceso.com.mx/reportajes/2021/4/9/cunden-los-intentos-de-suicidio-la-cuarentena[1]ahoga-ninos-adolescentes-261710.html
99 https://www.proceso.com.mx/reportajes/2021/4/9/cunden-los-intentos-de-suicidio-la-cuarentena ahoga-ninos-adolescentes-261710.html
100 https://www.naturalnews.com/2021-07-01-dr-peter-mccullough-covid-vaccines-killing-babies.html. Entrevista completa en: https://www.brighteon.com/fc2aa0fe-eae0-4c32-bc23-47e6b6ab9d97
101 Ver completo en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33882218/
102 https://dailyexpose.co.uk/2021/05/31/stop-this-madness-920-women-have-reported-the-loss-of-their[1]unborn-baby-after-having-the-covid-vaccine/
104 https://www.huesped.org.ar/noticias/fundacion-huesped-fue-elegida-como-reprentante-de-la-soc-civil[1]en-pacto-global-de-naciones-unidas/
105 https://www.huesped.org.ar/noticias/dra-carla-vizzotti-en-fundacion-huesped/
106 Byung-Chul Han, La agonia del Eros, pag 47, editorial Herder.
107 Ibid. pag 67-68
108 Estudio publicado en https://www.sciencedirect.com/journal/the-journal-of-sexual-medicine
109 Men's testosterone levels declined in last 20 years (Reuters, 2007). https://www.reuters.com/article/health[1]testosterone-levels-dc-idUKKIM16976320061101?edition-redirect=uk
110 https://academic.oup.com/jcem/article/92/12/4696/2597312#52560365
111 https://www.wsj.com/articles/BL-JRTB-11097
112 https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-39900429
113 https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-39900429
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