OLIVER BOYD BARRETT, 25 DE JUNIO 2023
Como era de esperar, los principales medios de comunicación occidentales (WMM) Western mainstream media, han fracasado estrepitosamente en su manejo de la cobertura del intento de golpe de Estado de Prigozhin el viernes 23 y el sábado 24 de junio.
El intento de golpe es un fracaso total y absoluto, muy mal concebido y ejecutado, que no ha logrado ninguno de los objetivos de Prigozhin, que no obtuvo un apoyo significativo en toda Rusia, y que en ningún momento ha constituido un inconveniente para el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania y, afortunadamente, ha implicado relativamente poco derramamiento de sangre (aunque, según los informes, entre 7 y 8 helicópteros fueron derribados, aunque hay poca evidencia de video de esto, y hasta 20 pilotos y tripulantes murieron).
En ningún momento la fuerza de Prigozhin en su camino a Moscú fue lo suficientemente fuerte como para constituir una amenaza para las fuerzas de seguridad rusas (hasta 50 vehículos, incluidos uno o dos tanques y otro armamento avanzado, y con la participación de no más de unos 4.000 hombres) que actuó con prontitud y eficacia para proteger la ciudad. Prigozhin no tenía cobertura aérea.
Prigozhin ha sido enviado al exilio (Bielorrusia, inicialmente, posiblemente en algún lugar de África, eventualmente) y, si regresa, será procesado y probablemente ejecutado. Quienes lo apoyaron han sido amnistiados; otras fuerzas de Wagner serán contratadas, si así lo desean, por el ejército regular ruso como parte de la absorción de los Wagner por parte del Ministerio dentro de la jerarquía militar normal. No habrá un grupo destacado de reserva soldados descontentos y amotinados.
Después de un cuarto de siglo del liderazgo de Putin en la Federación Rusa, los principales medios de comunicación occidentales WMM han optado por no entender nada. Es imposible provocar a Putin a la ira o al impulso. Le llevó dos décadas antes de que finalmente tomara medidas en respuesta a la constante provocación de la OTAN por medio de su expansión hacia el este, y cuando respondió no fue en un tono de fanfarronería y compromiso militar total, sino en una "Operación Militar Especial" PMO, muy limitada y contenida con precisión. .” Putin es un líder extraordinariamente racional y, en la medida en que tal cosa sea posible dentro de cualquier sistema político, transparente, hasta un grado con el que nosotros en Occidente trágicamente no estamos familiarizados. También es extraordinariamente popular, logrando regularmente e indiscutiblemente índices de popularidad del 70-80+%. No quiero subestimar la importancia de lo que es principalmente el lobby neoliberal, oligárquico y, en muchos casos, autoexiliado anti-Putin.. Su icono es el encarcelado Navalny. Ni Navalny ni el electorado que lo apoya representan remotamente al pueblo de Rusia.
Lejos de ser una manifestación de debilidad, Putin y el gobierno ruso han manifestado una gran fortaleza, resolviendo lo que es, en efecto, un levantamiento menor liderado por un individuo psicológicamente dañado y profundamente mendaz, con el mínimo esfuerzo, excitación y conflicto. . Ahora todo ha terminado. Eso es todo. Se acabó en el momento en que Putin, en su discurso de las 10 de la mañana del sábado 24 de junio, dijo a Prigozhin que el Estado no toleraría semejante desobediencia.
El ataque de Prigozhin a lo que es de hecho la justificación oficial muy convincente y justificable de la guerra (los cargos de Prigozhin son para los más demostrablemente absurdos o tremendamente exagerados), junto con las revelaciones del conocimiento previo de la inteligencia occidental del intento de golpe de estado, me sugiere fuertemente que Prigozhin estaba actuando en cierta medida como un agente occidental. No digo que siempre haya sido un agente occidental -lo dudo mucho- pero que en su forma típicamente narcisista y neurótica, exacerbada, posiblemente, por el PTSD, trastorno de estrés postraumático, ha colaborado en efecto con los objetivos estratégicos de su enemigo. Hubo un informe reciente del Wall Street Journal, por ejemplo, sobre los vínculos entre Prigozhin y la inteligencia ucraniana y esto se ajusta a un patrón de comportamiento y declaraciones muy extraños por parte de Prigozhin.
Alexander Mercouris,The Duran - La comunidad Duran 25 junio, 2023
KontraInfo 25 junio 2023
El acuerdo entre Moscú y la compañía militar privada Wagner que se logró este sábado por mediación del presidente bielorruso Alexánder Lukashenko estipula el fin de las acciones judiciales contra el jefe y los miembros del grupo, por lo que se cerrará la causa penal por sublevación militar iniciada el viernes contra Yevgueni Prigozhin, jefe de Wagner, quien "irá a Bielorrusia", señaló el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov. En este sentido, resaltó que los esfuerzos de Lukashenko cumplieron el "objetivo supremo de evitar el derramamiento de sangre y la confrontación interna". Una parte importante de los combatientes que rechazaron participar en la marcha de Prigozhin, y se mantuvieron leales al gobierno de Vladimir Putin firmarán contratos con el Ministerio de Defensa.
"Si se pregunta cuál es exactamente la garantía de que Prigozhin podrá marcharse a Bielorrusia, es la palabra del presidente de Rusia", añadió. Tampoco se procesará a los miembros del grupo militar privado, teniendo en cuenta sus méritos anteriores en los frentes del conflicto ucraniano. El vocero afirmó que el equipo del presidente Vladímir Putin "siempre ha respetado sus hazañas".
El presidente bielorruso participó en las negociaciones con el fundador de Wagner, ya que conoce personalmente a Prigozhin desde hace unos 20 años. Asimismo, el portavoz presidencial describió la jornada pasada como "bastante difícil" y "llena de acontecimientos trágicos", pero afirmó que no tendría ninguna repercusión en la operación militar en Ucrania.
Acerca de la posibilidad de reajustes en el Ministerio de Defensa, que fue el objetivo declarado de la marcha de Wagner, Peskov subrayó que este asunto "está en potestad del presidente ruso". En este sentido, dijo desconocer cualquier cambio con respecto al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú o al jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Gerasimov.
El conflicto entre el Ministerio de Defensa de Rusia y el jefe del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se agravó la noche del viernes con un nuevo cruce de acusaciones, lo que desembocó en el reforzamiento de las medidas de seguridad en varias regiones rusas y en la apertura de un caso penal contra el líder de la compañía militar privada.
El grupo Wagner aseguró el sábado haber ocupado el edificio Estado Mayor del Distrito Militar del Sur en la ciudad rusa de Rostov del Don e informó que se dirigía hacia Moscú. Esa jornada, el gobernador de la provincia de Lípetsk, Ígor Artamónov, también comunicó que equipo militar del grupo Wagner circulaba por la región.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó las acciones de Prigozhin de un "motín militar". "Nos enfrentamos a una traición, la ambición desorbitada llevó a una traición contra Rusia", anunció.
A continuación, el líder del Grupo Wagner dijo en un mensaje publicado en su canal de Telegram que aceptó frenar el avance de sus fuerzas por territorio ruso y aseguró el regreso de las tropas a sus posiciones "según lo planeado"
@nsanzo, Jun 26 SLAVYANGRAD.es
Pegados a la información que en tiempo real se publicaba en las redes sociales, todo tipo de nuevos expertos trataron de comentar en directo lo que percibían como el inicio del colapso del Estado ruso o incluso de la guerra civil. El desconocimiento de qué fuentes pueden considerarse fiables, del funcionamiento del país o de Wagner y Evgeny Prigozhin, cuyo nombre ni siquiera logran pronunciar, más allá de los aspectos más superficiales no impidieron las lecciones dadas por medios y periodistas escasamente especializados a lo largo del día. Curiosamente, una de las noticias falsas difundida por las redes sociales y que algunos periodistas encontraron creíble fue la fuga de Alexander Lukashenko de Bielorrusia. Antes, una cuenta del batallón Kalinousky, que lucha integrado en las Fuerzas Armadas de Ucrania, había llamado a la insurrección, haciendo estallar los deseos de una parte del establishment mediático occidental de ver implosionar tanto a Rusia como a Bielorrusia, un país aún más desconocido y aún más caricaturizado en sus representaciones mediáticas.
Lukashenko no huyó del país cuando las protestas tras las elecciones de 2020 le colocaron en una situación similar a la de Venezuela en 2019, con una estructura paralela financiada y apoyada por Occidente que se hacía llamar Gobierno. El presidente bielorruso tampoco huyó del país el sábado en dirección a Turquía como se especulaba. Devolviendo el favor ruso durante el intento de golpe de estado del año 2017, Erdo?an no tardó en manifestar su apoyo al presidente ruso, como hiciera también Irán, dos de los escasos países que se pronunciaron abiertamente en defensa del Estado ruso mientras se producía el motín. Mientras tanto, Svetlana Tijanovskaya, la Juan Guaidó bielorrusa, aprovechaba la coyuntura para exigir apoyo para “liberar” Bielorrusia.
Por la tarde, cuando se hablaba de la destrucción de carreteras para ralentizar el avance de Wagner sobre Moscú y el alcalde de la capital decretaba el lunes como día festivo para limitar así el movimiento de población en un contexto que se presentaba peligroso, el esperado clímax se convirtió en todo lo contrario. Quienes con tanto fervor -y emojis de palomitas en sus tuit- habían seguido el inicio de la guerra civil rusa, tenían que conformarse con un final abrupto y poco cinematográfico a lo que había sido un día con unos primer y segundo acto tan prometedores que simplemente parecía inconcebible que no fuera a producirse un enfrentamiento armado.
Calificado de motín desde primera hora de la mañana, cuando las tropas de Wagner entraron en Rostov y rodearon el cuartel general del Distrito Miliar Sur, donde Prigozhin charló tranquilamente con el jefe adjunto del distrito, el enfrentamiento militar fue la perfecta representación gráfica del peligro de la privatización del Estado, que ha llegado incluso a subcontratar el monopolio de la violencia. Ese aspecto fue muy destacado a lo largo del día tanto por la prensa occidental como por los representantes ucranianos, que parecen haber olvidado que su país hizo la guerra a Donbass sobre la base de la movilización de los sectores más radicales de la sociedad organizados en batallones voluntarios privados financiados fundamentalmente por la oligarquía nacional.
La teórica prohibición de las empresas militares privadas en Rusia debía limitar la actuación de Wagner a terceros países como Siria o Libia, donde sus soldados han participado en la guerra y donde han sido acusados de brutales crímenes, o en la República Centroafricana, Mali o Sudán, donde han prestado servicios de seguridad. De ahí ese extraño estatus de empresa con presencia pública pero teóricamente inexistente que Prigozhin mantuvo durante años, hasta que sus tropas fueron necesarias para mantener el frente ucraniano. Desde entonces, y en el contexto de un enfrentamiento cada vez más público e intenso, el Ministerio de Defensa ha buscado la forma de lograr una relación contractual oficial con Wagner para garantizar así la unidad de acción y evitar algo como lo ocurrido este fin de semana. Con un problema de escasez de efectivos -que finalmente se tradujo en la movilización parcial decretada en septiembre y que el Estado ruso había tratado de evitar a toda costa-, el Ministerio de Defensa se ha visto obligado a incorporar a todas las fuerzas existentes sobre el terreno, entre las que se encontraba Wagner, pero también los ejércitos de las Repúblicas Populares, no siempre integradas en un único mando. Solo en el caso de la empresa de Prigozhin surgió el problema de la falta de voluntad de integración.
Al contrario que Wagner, las milicias de Donbass no contaban con otras fuentes de financiación ajenas a las estructuras oficiales ni sus líderes actuales tenían tampoco las aspiraciones de poder y control que Prigozhin ha demostrado tener. En una de sus últimas apariciones mediáticas antes del motín de este fin de semana, el señor de la guerra insistió en que Wagner jamás firmaría un contrato con el Ministerio de Defensa. En este sentido, lo ocurrido el sábado no puede sino ser un punto de inflexión, quizá definitivo, para la relación entre Wagner y el Ministerio de Defensa. Son escasos los detalles sobre los términos del acuerdo alcanzado entre el Estado ruso y Wagner a través de la mediación de Alexander Lukashenko, que en lugar de huir del país estaba mediando en busca de la desescalada, por lo que la especulación perdurará un tiempo más.
El sábado por la noche, los medios capturaban la imagen de Evgeny Prigozhin abandonando Rostov, mientras proseguía el retorno del convoy de Wagner a sus bases. En paralelo, retornaban al frente las unidades bajo control de Ramzan Kadirov, otra fuerza en cierta forma autónoma pero no paralela al Estado, elegidas para acabar con la sublevación si las negociaciones no fructificaban. Sin embargo, como quedó claro desde el primer momento con el vídeo comunicado del general Surovikin, encargado de las relaciones con Wagner, el objetivo principal del Estado era evitar una batalla y, con ello, ofrecer a la maquinaria de propaganda occidental munición para alegar que Rusia se encuentra en guerra civil. Sin embargo, aunque esa imagen no se produjo, lo que ha llevado a redirigir el discurso a la idea de la debilidad del Estado ruso -ese que cada vez más a menudo se califica de autoritario, si no totalitario-, numerosos artículos publicados a lo largo del sábado recogen esa idea. “Rusia se desliza hacia la guerra civil”, escribió, confundiendo sus deseos con la realidad, Anne Applebaum, que quiso ver en lo ocurrido el “momento zar Nicolás II” para Vladimir Putin. Mientras que el zar Nicolás II había perdido todos y cada uno de los apoyos políticos que habría necesitado para sobrevivir a la revolución parlamentaria de febrero de 1917, todo el establishment político se alineó rápidamente con el presidente Putin y contra los actos de Evgeny Prigozhin.
La obsesión por la inmediatez y el ansia por ver en los acontecimientos la realidad que se desea ver hizo que proliferara a lo largo del sábado la idea del golpe de estado y de la guerra civil. Mientras la vida continuaba con normalidad en Rusia -a excepción de los alrededores del cuartel general del Distrito Militar Sur de Rostov-, la maquinaria mediática veía la caída de Putin, el sitio de Moscú o la guerra civil. Algunos periodistas, que durante años han definido a Rusia como un potencia decadente o un Estado paria, llegaban incluso a devolverle temporalmente el estatus de gran potencia que en realidad perdió en 1991 para arrebatárselo inmediatamente a causa de la rebelión de Prigozhin.
La realidad es más simple: las carencias militares rusas, no en términos de armamento pero sí de efectivos, han dado a una empresa militar privada un protagonismo que el Ministerio de Defensa, sin éxito, ha tratado de evitar precisamente para mantener el monopolio del uso de la violencia en manos del Estado. El ascenso de Wagner a causa de la guerra en Ucrania y de su participación en acciones en el exterior han dado a Prigozhin un protagonismo que ha querido traducir en cotas de poder utilizando primero la presión mediática y después la acción militar. Prigozhin recibió solo el apoyo parcial -limitado a sus quejas y no a los actos realizados a causa de ellas- de Alexander Dugin, pero no obtuvo la defensa de ningún político ni personaje público relevante incluso en el ala nacionalista del Estado, los halcones con los que se ha identificado a Prigozhin. La capacidad de Wagner de actuar contra el Estado muestra una debilidad de las estructuras oficiales y el daño a la imagen es incalculable. Sin embargo, el sábado quedó demostrado el inexistente apoyo a una sublevación militar dentro del Estado. El principal prerrequisito para que un golpe de estado fallido -y el del sábado ni siquiera llegó a serlo- se convierta en la guerra civil que tanto parecían ansiar los medios occidentales y las autoridades ucranianas, que durante todo el día trataron de alentar un enfrentamiento militar, es precisamente que exista apoyo explícito de una parte del ejército regular.
Sin ninguna deserción, la única opción restante para Prigozhin y sus soldados era avanzar hacia Moscú en busca de una muerte heroica. La lógica llevó a las partes a un acuerdo de mínimos que puede cerrar el conflicto en falso. Prigozhin abandonará Rusia para trasladarse a Bielorrusia, presumiblemente perdiendo el control sobre las tropas de Wagner en Ucrania, pero quizá no de los demás servicios de la empresa en el extranjero, fuente de financiación de su entramado. Según los términos del acuerdo, los soldados que no participaron en el motín podrán firmar contratos con el Ministerio de Defensa.
Aparentemente, el Estado lograría así su objetivo de no perder a esos miles de soldados reclutados por Wagner y subordinarlos al Ministerio de Defensa apartando a su líder y sin cumplir, cuando menos de momento, con su exigencia de cesar al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor. Sin embargo, tanto Shoigú, que no tuvo presencia pública alguna durante la crisis, como Gerásimov, jefe del estado Mayor han quedado cuestionados. A la debilidad del Estado ruso, que abre la puerta a todo tipo de posibilidades de manipulación interna y externa, se suma el creciente desafecto con sus figuras dentro de las propias estructuras militares. Es de esperar que no haya cambios en las estructuras militares rusas a corto plazo, fundamentalmente para que no puedan ser vinculadas al motín de Prigozhin, pero la disconformidad con el cierre en falso del episodio puede suponer cambios a medio o largo plazo. Es especialmente relevante la situación de la aviación, que sufrió unas pérdidas significativas a lo largo del sábado y que posiblemente no se encuentre cómoda con la impunidad de Prigozhin pese a la sangre derramada. El motín de Prigozhin causó 13 víctimas mortales.
El cierre del episodio del fallido motín militar dirigido por Prigozhin y que la CIA se jacta ahora de haber detectado hace unos días deja más preguntas que respuestas. Es evidente que Rusia ha buscado evitar una imagen de guerra interna a costa de dar una imagen de debilidad de sus estructuras militares, un coste elevado en un contexto de guerra. El futuro de Prigozhin, especialmente su estatus en Bielorrusia y el control que pueda mantener de un posible remanente de Wagner darán las claves de los detalles del acuerdo alcanzado, como lo harán también los destinos de Shoigú y Gerásimov, en este caso sobre las posibles concesiones realizadas. Frente al periodismo de brocha gorda que lo ha limitado todo a “guerra civil” o al análisis político que ve a “los malos luchando entre ellos”, los matices solo podrán percibirse en el futuro.
KontraInfo 25 junio 2023
El analista y escritor ruso Daniel Estulin realizó un análisis de los hechos ocurridos en torno a la rebelión militar del líder del Grupo Wagner, iPrigozhin, contra el Estado Mayor de las FFAA de Rusia.
A través de un extenso video en su canal oficial de Youtube, Estulin brindó su punto de vista sobre la realidad política y militar de Rusia, el conflicto con Ucrania y la OTAN, las internas en el poder y las traiciones y complicidades.
Entre sus fuertes afirmaciones, Estulin expresó:
Prigozhin no es un personaje independiente. Hay varios otros factores. La gente tiene que entender que le Ejército Ruso... he estado ahí muchos años. Prigozhin empezó hace unos días con la famosa entrevista donde habla de que 'no tiene nombre el papel de las estructuras militares, burocracia, generales que han llevado a la muerte innecesaria a decenas de miles de soldados de nuestro ejército'. Una entrevista de 30 minutos que pone los pelos de punta, hablando de robo de recursos, fracturas del Estado Mayor, generales que planteaban que la guerra duraría pocos días y cuando esto no pasó, no tenían plan b, porque se han robado todo. Estamos en pie porque tenemos armas nucleares y al Grupo Wagner.
Por experiencia personal mía en África, lo que dice de que los soldados no tenían entrenamiento ni armas. Y es así, porque nosotros recorrimos medio África sin una bala. Cuando pedimos apoyo el único que venía para apoyarnos era mi amigo Victor Bout. Y a mi amigo Victor Bout lo llevaron a EEUU de forma conjunta el gobierno ruso y el estadounidense. El 70% de lo que cuenta este hombre es verdad.
Cuántos miles de soldados rusos muertos y heridos, y después de varios meses qué hace el gobierno: cambia a cientos de estos terroristas ucranianos de Azov que se habían tomado por Rusia como prisioneros, bien entrenados para odiarnos, ya que Occidente hizo muy bien su trabajo, los cambia por Medvedchúk.
Un íntimo amigo de Putin es este oligarca ucraniano, Medvedchúk, que se iba a convertir a los pocos días de empezar esta guerra, no como le llama Putin una "operación militar especial", es una guerra. Cuando empezó el 24 de febrero, los jefes del Estado Mayor, Shoigú, miembro de la familia de Yeltsin, una corrupción que remonta 30 años atrás, y Gerásimov es un 'lameculos', absolutamente despreciable con su gente alrededor o cualquiera que no opina como él, tenían pensado que al tercer día de entrar a Ucrania Zelensky se iba, entraba Medvedchúk como nuevo presidente de Ucrania pro ruso y empezaba a dividir el país en nombre de los oligarcas, pero esto no pasó, porque en Ucrania llevaban siendo entrenados hace veinte años en odiar a sus hermanos, por lo que obviamente lo arrestaron y torturaron, y qué ha hecho el gobierno ruso, cambió a este ladrón mafioso oligarca por cientos de los prisioneros de Azov.
Yo hasta ahora no he dicho nada por razones obvias, no voy a entregar propaganda los enemigos nuestros de Occidente, pero hay cosas que falta entender con lo que ha hecho Prigozhin. Ayer publiqué videos de cientos de personas sacándose fotos y aplaudiendo a Wagner, porque el pueblo profundo que ama a su país, a diferencia de los oligarcas que odian a Rusia, y la mayor parte del gobierno tampoco es pro ruso, cuando empezó la marcha de Wagner hasta 200 km de Moscú, han salido todos los oligarcas huyendo con sus aviones privados, a Armenia, Georgia, Turquía, Dubái. Y Putin que supuestamente estaba rodeado de gente dura, se quedó absolutamente solo. Cuán difícil era predecir eso, era obvio ya que esa gente no son patriotas, su patriotismo es donde está su dinero, sus prostitutas, sus residencias, sus colegios privados.
Prigozhin es una parte de la contra-élite, no es una persona independiente, es un proyecto. Es una contra-élite que está por lo menos luchando, en algunos elementos por la causa de la Patria. Prigozhin mueve el bote del sistema de poder. La cantidad de vidas que Shoigú y Gerásimov gastaron por miles, lo que cuentan los medios es la décima parte de la décima parte. Según estos generaluchos estamos destruyendo sesenta tanques por día, si hicieras esto, montas un dron y tomas los videos de esto cada día, ¿lo hemos visto? no hemos visto nada. El ministerio de propaganda ruso es tan malo, no sirve para nada.
Su entrevista de hace tres días es revolucionaria por lo que cuenta, es posible que haya sido requisito previo para algún tipo de revolución cultural, muy necesaria en mi país, pero hasta ahora solo estamos hablando de otro colapso del espacio dentro del sistema de la Federación Rusa. Ministerio de Defensa es una institución del poder, y Wagner es una empresa no oficial, y el problema empezó en Siria, porque la guerra ahí la ganó Wagner no el Ministerio de Defensa. Prigozhin perdió el control de la planta de gas y petróleo en la provincia de Deir ez-Zor, debido a la falta de apoyo militar absolutamente a propósito. Wagner eliminó a ISIS y cambió las reglas de juego. ¿Quién ganó los premios y medallas? El Ministerio de Defensa.
Shoigú y Prigozhin son iguales en cuanto a nivel de apoyo. El conocimiento de Shoigú es su bagaje acumulado en los años 90 y primeras décadas del siglo XXI del ministerio de situaciones de emergencia, cuando a fines de los '90 los terroristas volaban edificios en Rusia. Prigozhin es un personaje de la segunda década del siglo XXI y fíjate el trabajo que ha hecho, es la empresa militar privada más temible del mundo. En su entrevista acusa al Ministerio de Defensa de corrupción y son corruptos del primero al último. Y esto es un grito para que alguien en lugares importantes lo escuche y salven la Patria. Prigozhin está vetado en los canales de comunicación rusos, por eso recurre a Telegram.
China en los años '60 vimos cómo la guardia roja golpeaba a los ministros y funcionarios en Beijing. Teniendo en cuenta los horrores que Prigozhin cuenta sobre la guerra, el liderazgo de la Federación Rusa debería reaccionar de manera binaria, o acusar a los funcionarios corruptos, o a quiénes se quejan de esto de calumnias y falsedades, no hay otra. Prigozhin habla con nombres y apellidos, y yo conozco a toda esa gente. Y es cierto que mucha de esa gente ya ha perdido la confianza de las autoridades del Kremlin, pero los dos principales Shoigú y Gerásimov siguen ahí y Putin no reacciona. Pero repito Wagner no es un jugador independiente, está controlado por sectores del Estado Mayor y otras estructuras del poder en la sombra. Y también es un líder del grupo político que crea la imagen de un patriota que se opone a los funcionarios corruptos que pierden la guerra contra el mundo, porque el gobierno hasta antes de ayer estaba dispuesto a negociar, por qué creen que Peskov, que no tiene ninguna neurona y es el portavoz de Putin, pero cada vez que abre la boca mete la pata, dice 'estamos dispuestos desde el primero momento a negociar con el enemigo'.
Putin llegó al poder en el año 2000 como el árbitro entre varios grupos de poder que estaban desgarrando a Rusia en pedacitos. Pero para su propia supervivencia se dieron cuenta de que necesitaban un árbitro para poder llegar a acuerdos con todos. Tenías a las FFAA, a los oligarcas mafiosos, a los liberales. Con el tiempo Putin se fue haciendo mucho más fuerte, porque es más inteligente y les ganó a todos. Pero los acuerdos de hace 20 años siguen en pie. Por ej. tu tienes a un oligarca billonario con negocios en el extranjero y a este oligarca cuando comenzó la guerra el Occidente le quita vía sanciones o embargos le quita las empresas. Entonces viene a Putin y le dice, 'yo he perdido mil millones de dólares, que ganaba con esta empresa en Italia', entonces le gobierno le devuelve ese dinero porque se lo quita a otra gente en Rusia, así funciona el sistema.
Prigozhin se ha convertido de facto en un político, ya no es jefe de una empresa militar. A diferencia de Shoigú y Gerásimov tiene una ventaja, que para las élites del poder no es un marginal cualquiera, sino uno de los suyos porque es un billonario, por eso cuando ahora algunos medios dicen que la CIA le podría estar pagando, le va a pagar qué si tiene más dinero que ellos. Simplemente expresa lo que muchos ya saben, pero no pueden hablar. Que es la mayoría del país, hemos visto en Rostov cómo la gente por cientos se acercaba. Por eso cuando se han ido los de Wagner y llegó la policía les gritaban "vergüenza".
Un gobierno que está dispuesto a negociar con terroristas no es independiente, la última gota, como él mismo cuenta, hace unos días atrás, hubo una reunión entre el sionismo mundial británico y norteamericano, como parte del Estado Profundo, con la CIA a la cabeza, con parte del gobierno ruso y los oligarcas, se reunieron para hablar de condiciones de rendición y cerrar el conflicto, y esto ya sería la gota que colma el vaso. Basta, hasta aquí hemos llegado.
Lo peor ya ha pasado, este período que nos podía llevar a la Guerra Civil hubiese sido el fin de Rusia como país, pero estamos a milímetros de este vacío, pero Prigozhin demostró que lo que dice lo hace.
El 24 de febrero de 2022 comienza el ingreso de tropas rusas en Ucrania, de inmediato quedó en claro que el plan original de los jefes, los "genios" del Estado Mayor, de un cambio rápido del poder en Kiev se derrumbó. Y en lugar de una operación política de una semana se abría una guerra para la cual ninguno de los líderes rusos estaba preparado. Se develó luego la escasez de fuerzas para un frente de 1000 kilómetros de frente con 179.000 o 216.000 soldados, nada, en la Segunda Guerra Mundial se atacaba con millones en varios frentes. Sucede esta famosa llamada de Gerasimov a Prigozhin, diciéndonos ayúdanos, aparece Wagner en el frente. Hubo luego un taponamiento de este frente. Putin dio la vista buena de tapar estos agujeros del Ejército, sin recurrir a la población. En grandes ciudades la población es como en Occidente, treinta años de mundo postsoviético enseñaron que pensar en tu patria, en bien común es de perdedores, hay que tener muchos coches, dinero, relojes de lujo, parásitos que dejaron de pensar a la Patria. La sociedad no estaba preparada para la guerra. Concepto de movilización no es entendido, ¿yo morir en nombre de qué?, y tampoco van a morir en nombre de los ladrones oligarcas. Entonces el Gobierno no quería hablar de movilización porque eso era perder puntos para Putin.
El Ejército hoy está en medio millón de personas, mínimamente debería ser de tres veces más. Pero tienen miedo de perder los votos en 2024. Has visto alguna imagen del ejército ruso avanzando, no. Has visto alguna imagen de los chechenos avanzando, no. Los únicos que están ahí es Wagner. Lo de las líneas rojas es una broma, ya nadie nos tiene respeto. Imagínense si algo así hubiera pasado en EEUU. No hay capacidad de reacción. Porque siguen queriendo llegar a un acuerdo con Occidente. Porque la élite alrededor de Putin tiene su dinero en el Occidente y para ellos la patria es donde está su dinero.
Ministerio de Defensa le dijo a Prigozhin en Bajmut, si rompen el frente y van hacia Moscú se guarda las municiones, por eso no se las dan. Y eso tiene lógica. Te vamos a dar lo que necesitas, tendrás tus cinco minutos de fama y te vas. Pero Prigozhin no quería eso porque sabia que le robaron la victoria en Siria y dieron las medallas de héroe de la Patria a los generaluchos que en su miserable vida han estado en algún conflicto de verdad y toda esta banda de lameculos que tienen alrededor, la misma que hay en Rusia, EEUU, Venezuela, no es distinto, el que llega arriba no es el más inteligente, los patriotas se quedan en el medio, porque no son de fiar, no son putas que puedes comprar con dinero, da igual que estemos hablando de cualquier país. La cadena profunda de causas se deriva de la falta de preparación política interna del sistema para un régimen de guerra en una realidad que ya ha cambiado. 31 de diciembre de 2019 antes de Covid no existe más. El mundo antes del 24 de febrero no vuelve más. Por más que estos oligarcas, generaluchos de la élite rusa intente volver a lo de antes. Es imposible.
Putin se quedó solo el mismo día que pasó lo de Prigozhin. Es excelente señal para que sepa Putin que no tiene ningún apoyo por parte de los traidores de la Patria. En su discurso de ayer, Putin se refirió a la situación anterior de 1917. Prigozhin también entiende esto y por eso usa el slogan político de "justicia". Y el Kremlin también entiende la amenaza de crear empresas militares desde un principio. La pregunta era si Prigozhin pararía y no había nadie que lo podía parar, de hecho derribaron entre helicópteros y aviones ocho de ellos matando a trece y es una tragedia. Lo principal de este conflicto es el resultado, la victoria de una de las fuerzas, o el Estado contra el sistema gris, quien gana se convertirá en el beneficiario político. A favor de Shoigú tienes la burocracia del Ejército, sobretodo los altos mandos, mandos intermedios y bajos odian a esta gente, porque entienden que han muerto decenas de miles de soldados de forma inútil.
Cuando Prigozhin llega a Rostov y se reúne con el viceministro de Defensa de Rusia, Yunus-Bek Yevkurov, muestra que los oficiales tienen grandes problemas con conceptos de justicia, papel histórico y Prigozhin lo tiene claro.
Es cierto que el discurso de Putin pone los puntos sobre las íes sin ambigüedades, pero la pregunta es quién va a castigar a Wagner, ¿habrá suficientes recursos para hacerlo? Incluso, obviamente, si va el Ejercito en su totalidad va a ganar, pero ¿a cambio de cuántas vidas? ¿Y que significaría esto en cuanto a la guerra en Ucrania? significaría la derrota. Entonces quién iba a parar a Wagner, ¿los generaluchos? Cuando llegan a Rostov y Gerásimov que estaba ahí, huyó. ¿Tú puedes imaginar al general Zhúkov en la Segunda Guerra Mundial huyendo?
Yo comparo esto con el levantamiento de Satsuma en Japón e 1877, liderada por el héroe de la guerra Saigo Takamori, que no iba contra el Emperador, sino contra algunos funcionarios del gobierno que se vendieron a los intereses extranjeros y que utilizaron su posición para fines personales y no públicos. Yo sé que el ejército ruso quiere creer que a diferencia de esto, nuestro Emperador, Putin, porque Rusia es un país de una persona, encontrará alguna solución de compromiso que salvará las vidas de sus compatriotas valientes de su país de ambos lados. Y lo que más teme la élite traidora rusa, es que Wagner pudo crear un sistema de gestión donde la vida de un defensor de la patria es el valor más alto y la muerte para el bien de Rusia es el honor más alto de un soldado. Los oficiales de las FFAA de la Federación Rusa soñamos con el mismo sistema de valores en las tropas.
El objetivo de Prigozhin no era nunca dañar al Jefe de Estado. Putin pudo a través de Lukashenko de Bielorrusia negociar de forma directa con Prigozhin y Lukashenko pudo devolver a Putin el favor de cuando fue la revolución de color en Bielorrusia, que se salvaron por la ayuda de Putin y las tropas especiales rusas y entre ellas Wagner. Prigozhin se metió en un callejón sin salida, porque habría matado a su ejército valiente y Putin también habría perdido parte del Ejército sin sumar a las decenas de miles que habrían muerto en los enfrentamientos.
El encuentro del sionismo británico y norteamericano con el Estado Profundo liderado por la CIA, y los oligarcas rusos para cerrar un acuerdo de cese del fuego fue la gota que colmó el vaso. Significa que en dos años, tres años, cuatro años, van a volver mucho más fuertes, con el enemigo que nos odia y nos quiere muertos en nuestra frontera, que esto no va a parar, las sanciones no van a cesar. El acuerdo inicial que cerraron en Turquía, por el que las tropas rusas dejaron Kiev, esto era parte del acuerdo, a Putin lo tomaron por idiota y el resto es historia. Entonces llega un momento en que dices basta, hasta aquí hemos llegado.
¿Entonces es Prigozhin el héroe bueno? No. Es un tipo muy complicado, con un pasado muy oscuro. Esto tampoco quiere decir entonces que es malo.
Putin está completamente solo sin nadie alrededor. La familia de Lavrov está en Israel y tiene ciudadanía israelita y toda la inmigración de Asia Central de ex repúblicas soviéticas que está llegando por decenas de miles a Moscú que causan el 70% del crimen, el encargado de esto es el consuegro de Lavrov, el padre del esposo de su hija. Para que sepamos quién es Lavrov. El Ministro de Defensa no fue capaz de dar la cara. Desapareció de la faz de la tierra. Entonces vimos quién es el héroe y quién es el traidor. Y esto es importante, porque Putin va a sacar conclusiones. Yo espero, porque si no esto es solo el principio de un final muy triste, nos hemos salvado esta vez. Porque seguimos en las luchas solas, Bielorrusia es amigo de conveniencia. China nunca ha sido nuestro amigo, salvo entre 1950 y 1953, cuando crearon la segunda horda de Gengis Kan. China solo entiende la parte de fuerza, a partir de la muerte de Stalin terminó la amistad. La única forma en la que Rusia puede tener amigos es si somos fuertes. Si podemos demostrar que usando la fuerza obtenemos lo que queremos, es el único lenguaje que entiende Occidente.
Londres está vendiendo armas de largo alcance a Ucrania que está matando a nuestros ciudadanos. Qué hay que hacer. Volar de la faz de la Tierra el centro de Londres, como el aviso previo de que lo siguiente van a ser bombas nucleares. Y con esto paran muchas cosas. ¿Lo van a hacer? No. Por qué. Porque en Londres está tu dinero, tus amantes, tus hijos van a sus colegios. Y hasta que no cambien el chip a seguir en lo mismo. Lo que más teme Occidente es muerte y violencia, siempre van a usar a terceros para luchar, como usaron a Hitler contra Stalin, para sacar partido EEUU. Lo que hacen los chinos dos combatientes activos, el que saca ventaja es el pasivo que no está en guerra. Entonces hay que cambiar las reglas de juego. Ojalá que por fin nos demos cuenta. También es cierto que el Ejército Rojo de 1941/42, desapareció de la faz de la Tierra, porque tampoco estábamos preparados para la guerra. Se levantó otro ejército a partir de 1942 y este ejército llegó a Berlín. Y quizá esto es lo que hace falta.
Putin salió y demostró ser un líder, esto es cierto. Pero el haber llegado a este punto también tiene que ver con incapacidad de liderar, también hay que reconocer. La salida es una, tenemos que ganar esta guerra de supervivencia de mi país. Si perdemos desaparecemos. Esto lo dice Dugin, lo dicen todos. Es una lucha civilizatoria de nuestra patria. Solo la podemos ganar.
Por eso el pueblo entero tiene que trabajar de forma conjunta con el oligarcato, con la burocracia, con las estructuras de poder, y hasta que esto ocurra, todo para la guerra y la causa, como en la Segunda Guerra Mundial esto no va a terminar. Porque una guerra de intercambio de golpes siempre la vamos a perder. Putin y su Estado Mayor juegan al ajedrez y no puedes jugar con las piezas negras porque las blancas empiezan y tienen ventaja de un movimiento y tu no puedes ir respondiendo, tienes que cambiar el juego, romper el juego. Hasta que no entiendan que esta dualidad de dividir y dividir es del diablo. Occidente no quiere un caos en Rusia porque el temor es quién va a hacerse con las armas nucleares. Putin es más predecible, o Yeltsin o Gorbachov, pero si llega un tipo como Prigozhin te va a decir la próxima vez que lanzas algo y matas a uno de nuestros hijos te vamos a borrar de la faz de la Tierra. Le van a creer o no, bueno lo van a ver rápidamente.
Hay una teoría de que Prigozhin ha sido integrante de inteligencia occidental, esto no es cierto. Otra es que esto ha sido la operación psicológica más grande de Rusia postsoviética. Es una teoría que yo veo complicada por varias razones, este tipo de acuerdo tienes que tener un número de personas. Wagner tiene sus propios aviones de combate y derribaron ocho aeronaves. Imposible. La técnica que usaron es de movimiento rápido como usaron en Trípoli. Y que con esto se rompen los acuerdos de hace treinta años con el oligarcato ruso, y hay que renegociarlos todos. Si esto es así Prigozhin merece el premio Óscar en todas las categorías. Pero no se puede decir con certeza que sea así. Sí se puede decir que hay muchísimas pruebas de que después de la reunión de la semana pasada para cerrar el conflicto como sea, Prigozhin dijo basta, y no es él, es el grupo alternativo.